Eterno retorno
No sé si a ti te pasa, pero allá por el mes de enero, con la resaca brillante del espumillón, empiezo a anotar en papeles de colores ideas de trabajo para el curso que viene, cosas que se me ocurre que habrían funcionado mejor de otra manera, ejercicios adaptados a partir de una noticia, una canción que he escuchado o una película que he visto. Hacia mediados de abril, el ritmo de anotaciones es cada vez más frenético, una necesidad urgente y vital de volver a empezar, de hacerlo todo de nuevo, esta vez bien , se apodera de mí. Qué claro y despejado veo el camino cuando lo miro desde lejos. No sé si a ti te pasa, pero durante el curso apenas logro leer ensayos relacionados con mi trabajo. La didáctica se me va quedando en el estante del para después, porque m e meto en la cama cansada, con un libro al que le pido por favor que me lleve de viaje; leer sobre las aulas al salir de las aulas sería una aliteración con riesgo de insomnio. Y sin embargo, a medida que se acerca el f...