La otra
La semana pasada acudí al teatro con un nutrido grupo de amigos y colegas de profesión. Hacía tiempo que no organizaba una quedada de estas características. Tal vez por eso vino a mi mente una de muchos años atrás que difícilmente puedo olvidar. Fue en mi época de soltería cuando conocí a X. Él también era profesor. Recuerdo el momento en que nos conocimos: abrió la puerta del aula en que yo estaba dando clase, buscando a algún alumno para no sé qué cosa. En lugar del alumno, me encontró a mí. Nos encontramos. Desde ese primer día, no dejamos de buscarnos. Cualquier excusa era buena para detenerse a hablar en un pasillo o alargar una reunión. Era mi crush , como dirían nuestros adolescentes hoy. Y yo era el suyo. Aún no existía whatsapp, pero nos faltó tiempo para intercambiar nuestros correos electrónicos e iniciar una correspondencia cómplice cuyo único objetivo era seguir seduciéndonos mutuamente. Me recuerdo hablándole de él a mi mejor amigo, anticipando el momento ...